Gracias al CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), entre otras instituciones tanto públicas como privadas, en España podemos presumir de ser uno de los países de cabecera a nivel mundial en lo que a investigación de enfermedades cardiovasculares se refiere.

Pero a pesar de contar con una tecnología puntera y unos profesionales altamente cualificados, parece ser que la concienciación social sobre los riesgos achacables a una enfermedad cardiovascular no goza de una salud o reputación similares, hecho que se refleja en los hábitos de una población española cada vez menos sostenible, cada vez más sedentaria.

Principales riesgos para padecer una enfermedad cardiovascular

Si bien, como en toda enfermedad, nos encontramos con un factor genético ineludible y que funciona casi a modo de cajón de sastre, los factores conductuales de riesgo que nos pueden conducir a padecer una enfermedad cardiovascular son archiconocidos por el común de la población y expandibles a otro tipo de enfermedades como el cáncer . Son factores casi que de puro sentido común y ante los que, sin embargo, solemos hacer la “vista gorda”, y es que, a fin de cuentas, sin nuestras eventuales dosis de debilidad y ceguera, no seríamos humanos.

Los principales factores de riesgo para una enfermedad cardiovascular son:

  • Edad
  • Sexo: Según la World Heart Federation, los hombres están más predispuestos a padecer una enfermedad cardiovascular que las mujeres, las que, sobre todo hasta los 50 años, tienen una protección estrogénica natural.
  • Dieta diaria poco equilibrada
  • Padecer hipertensión
  • Falta de ejercicio físico
  • Colesterol alto
  • Tabaquismo

La estatura: un nuevo riesgo de enfermedad cardiovascular

Pero en el artículo de hoy queríamos mencionar un nuevo factor de riesgo cardiovascular descubierto recientemente y mucho menos evidente que los anteriores: la estatura. De momento se desconoce el porqué la altura de un ser humano puede ser uno de los factores desencadenantes de una enfermedad cardiovascular, pero los datos estadísticos obtenidos parecen apuntar a una relación directa: Teniendo en cuenta que la media de estatura de la población española es de 173 centímetros:

En las personas de mayor estatura se reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

De tal manera es así que cuando sobrepasamos esa estatura media nos topamos con una reducción gradual del riesgo:

  • En un rango de altura sobre los 179 centímetros el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular se reduce en un 6 %
  • En un rango de altura sobre los 185 centímetros el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular se reduce en un 12 %

Aunque hablamos de porcentajes importantes, la estadística, como también comentamos a otro propósito en nuestro artículo sobre la relación entre la posesión de animales domésticos y el incremento en la esperanza de vida de sus dueños, tan solo se encarga de evidenciar una relación entre dos hechos -la estatura y el riesgo de enfermedad cardiovascular-, si bien no puede aportar una revelación más profunda y semántica entre ambos hechos.

La estadística nos permite conocer que las personas altas presentan menos riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, pero no nos permite saber por qué las personas bajas parecen más abocadas a sufrir un infarto. Para ello se necesitan reflexiones más profundas que quizá apunten a que la estatura, en sí, nos está dando una pista sobre el índice de masa corporal y la relación proporcionada entre éste y la altura de la persona, ya que como mencionamos, la obesidad (que suele acarrear un alto colesterol, una mala tensión, una mala dieta y una falta de ejercicio físico) es uno de los factores de riesgo principales, y más en un país como España en el que un 36% de la población ya padece sobrepeso.

Edad cardiovascular VS Edad cronológica

La edad cronológica, es decir, la que figura en el DNI, puede ser muy distinta según nuestros hábitos de vida respecto a otro tipo de edad, más profunda, más real, más biológica, que denominamos edad cardiovascular.

¿Qué es la edad cardiovascular?

La edad cardiovascular es la determinada por el estado de salud de nuestro sistema arterial. Es la edad determinante para sopesar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y, como en el ejemplo que ponemos a continuación, puede oscilar considerablemente respecto a nuestra edad cronológica e influir de manera determinante en nuestra esperanza de vida con un margen de más de diez años. Pongamos de ejemplo a una mujer de 35 años con dos estilos de vida diferentes y observemos las conclusiones:


tablacardio

La degeneración del sistema arterial se produce por una disfunción en el endotelio, la capa interior de los vasos, en la que se deposita el colesterol -placas de ateroma-. Una acumulación excesiva puede provocar rigidez entre la capa íntima y media y hacer que éstas se solapen y se vayan produciendo depósitos de calcio que aumentarán el riesgo de obstrucción, trombos etc.

¿Cómo saber mi estado de salud cardiovascular?

El pulsioxímetro es un método no invasivo -un dispositivo que se pinza en nuestro dedo índice- que muchos recomiendan para calcular nuestra edad cardiovascular y determinar las posibilidades de sufrir una enfermedad vascular. El pulsioxímetro mide tres variables -según modelo comercializado-:

  • Saturación de oxígeno
  • La frecuencia cardíaca -latidos por minuto-
  • La flexibilidad de las arterias -estableciendo una puntuación de 1 a 5-

Sin embargo, hay otros especialistas que recelan del pulsioxímetro ya que no es muy fiable para medir arritmias, o suele fallar si se tienen los dedos fríos, y por el contrario prefieren usar herramientas más técnicas como la Calculadora de riesgo cardiovascular Score , capaz de calcular las probabilidades de sufrir un evento cardiovascular en diez años en función del colesterol, el tabaquismo etc.

La edad cardiovascular en España según provincias

Para terminar este artículo, os hemos preparado un curioso mapa en el que el Azul Oscuro representa las provincias con edades cardiovasculares más avanzadas y el azul clarito las que menos, ocupando el azul de coloración intermedia una edad cardiovascular normal.

edad cardiovascular en españa