Contar con un seguro de hogar es una decisión clave para proteger nuestra vivienda frente a los imprevistos del día a día. Aunque muchas personas lo asocian únicamente a grandes catástrofes, la realidad es que la mayoría de siniestros en el hogar son más comunes de lo que imaginamos… y no siempre están vinculados al valor o tamaño de la vivienda.
En este artículo repasamos los incidentes más habituales que suelen cubrir los seguros de hogar, y por qué es importante estar protegido incluso ante situaciones aparentemente menores.
Daños por agua: los más comunes
Los daños por agua son, con diferencia, uno de los siniestros más frecuentes en cualquier hogar. Suelen estar causados por filtraciones, roturas de tuberías o escapes accidentales que no solo afectan a nuestra vivienda, sino también a otras colindantes.
Un seguro adecuado puede cubrir tanto la reparación como los daños a terceros, evitando complicaciones legales y económicas.
Rotura de cristales y loza sanitaria
Otra cobertura habitual es la rotura accidental de cristales, encimeras, espejos o sanitarios. Aunque en apariencia pueden parecer incidentes menores, su reparación puede resultar costosa, especialmente si afecta a elementos instalados de forma fija o decorativa.
Servicios de urgencia
Muchos seguros de hogar incluyen servicios de asistencia urgente como cerrajería, fontanería o reparaciones eléctricas. Son coberturas especialmente valoradas, ya que permiten resolver rápidamente situaciones cotidianas que, de no ser atendidas a tiempo, podrían agravarse o comprometer la seguridad del hogar.
Daños eléctricos y a electrodomésticos
Picos de tensión, cortocircuitos o problemas en la red eléctrica pueden dañar aparatos esenciales del hogar. Contar con una cobertura que incluya los daños eléctricos o el reemplazo de electrodomésticos es una forma de proteger inversiones clave en el día a día.
Robo, hurto e intrusión
Aunque menos frecuentes que otros siniestros, los robos o intentos de acceso indebido a la vivienda siguen siendo motivo de parte en muchas pólizas de hogar. Una buena cobertura no solo incluye la reposición de objetos robados, sino también los daños causados en puertas o ventanas durante la intrusión.
¿Por qué tener seguro aunque tu vivienda sea “pequeña”?
Existe la idea errónea de que una vivienda de tamaño reducido no necesita seguro. Pero los siniestros más comunes —como los daños por agua o una cerradura averiada— no entienden de metros cuadrados. Además, cualquier incidente que afecte a terceros (como un escape que dañe el piso de abajo) puede conllevar responsabilidades importantes, independientemente del valor del inmueble.
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