Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes

Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes

Una de las mayores preocupaciones de los padres de preadolescentes y adolescentes es el posible desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria. Estos trastornos afectan entorno al 5% de los adolescentes, mayoritariamente de sexo femenino, y los expertos coinciden en señalar que la edad de inicio puede ser cada vez más temprana.

A continuación, os explicamos algunas de las señales de “alarma” que deben hacernos revisar que relación pueden tener nuestras hijas con la comida.

  • Justo después de comer se levanta al baño. Puede dejar correr el agua (ocultar el sonido del vómito) o pasa un tiempo exagerado en el lavabo tras las comidas.

  • Preocupación por la cantidad de comida y calorías que ingiere. Iniciar dietas sin un motivo médico. Lee las etiquetas de los alimentos e intenta controlar las calorías diarias o se preocupa por diseñar y elaborar las comidas (hipocalóricas).

  • Bebe agua de manera exagerada en las comidas. Algunas adolescentes usan este método para saciarse y reducir la cantidad de comida que ingieren o para que les sea más fácil provocarse el vómito.

  • Práctica repentina y exagerada de ejercicio físico. Intenta compensar lo que considera “excesos” en la ingesta mediante deporte o ejercicio.

  • Cambios en la vestimenta. Intentar ocultar el cuerpo o partes de él con la ropa (ropa ancha, negarse a usar manga corta, pantalones cortos, faldas…)

  • Conductas extrañas: aparición de mentiras sobre con quién ha estado, qué ha hecho etc. Puede mostrarse más irritable, agresiva, triste, ansiosa, solitaria etc. Descenso de rendimiento académico.

  • Síntomas físicos: pérdida de peso, palidez, pies y manos fríos, caída de cabello, sequedad de piel, amenorrea (ausencia de menstruación), mareos…

  • Uso de laxantes, diuréticos o complementos nutricionales destinados a la prevención de celulitis, a la no-absorción de grasas etc. Este tipo de productos se venden sin receta en hipermercados, parafarmacias y farmacias y, generalmente, son consumidos a escondidas de los padres.

  • Percepción errónea u obsesión con el aspecto de su cuerpo o de alguna parte concreta del mismo.

  • Episodios de atracones, encontrar muchos envoltorios o restos de comida en la basura o en su habitación.

Estas señales no implican necesariamente la existencia de un trastorno de la conducta alimentaria, pero si nuestra hija presenta varios es conveniente que observes detenidamente su patrón de relación con la comida y, si es necesario, buscar atención profesional.

Authored by: SuperAdminTotal