Consejos prácticos para viajar con seguridad

El verano es una de las épocas del año con mayor volumen de desplazamientos por carretera. Ya sea para una escapada de fin de semana o para un viaje largo con la familia, es fundamental que el coche esté en óptimas condiciones antes de arrancar.

Una revisión preventiva no solo mejora la seguridad, sino que puede ahorrar averías, retrasos y gastos inesperados. Aquí te contamos todo lo que debes tener en cuenta para disfrutar del viaje con tranquilidad.

1. Neumáticos: la base de tu seguridad

 

Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto, por lo que su estado es crucial.

  • Comprueba la presión antes de salir, preferiblemente en frío y ajustada a la carga que vas a llevar.
  • Revisa el nivel de desgaste: la profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 mm, pero se recomienda cambiarlos cuando bajan de 3 mm.
  • No olvides inspeccionar también la rueda de repuesto (si la llevas), el kit antipinchazos y las herramientas necesarias.


Atención: las altas temperaturas del verano aumentan el riesgo de reventón, especialmente si los neumáticos ya están deteriorados.

 

2. Niveles: aceite, refrigerante, frenos y limpiaparabrisas

 

Revisar los niveles de líquidos es una tarea sencilla que puede prevenir averías serias:

  • Aceite del motor: asegúrate de que el nivel está entre los límites recomendados. Un motor sin aceite suficiente puede griparse.
  • Líquido refrigerante: evita el sobrecalentamiento del motor, especialmente en trayectos largos o en atascos.
  • Líquido de frenos: garantiza la eficacia del sistema de frenado, imprescindible para tu seguridad.
  • Líquido del limpiaparabrisas: útil tanto por insectos como por tormentas de verano.

 

Recuerda: si tienes dudas, acude a un taller de confianza. Aquí te dejamos nuestros talleres concertados, a los que podrás acceder con tu seguro de Auto.

 

3. Limpiaparabrisas: visibilidad ante todo

 

Pocas cosas son más incómodas (y peligrosas) que una tormenta repentina con escobillas en mal estado. Revisa:

  • El estado de las escobillas, que deben deslizarse sin dejar marcas ni chirridos.
  • El funcionamiento del motor de los limpiaparabrisas, en todas las velocidades.
  • Que el depósito tenga suficiente líquido específico y no solo agua.

 

4. Suspensión y amortiguadores

 

Una suspensión en mal estado puede afectar a la estabilidad del vehículo y al confort de marcha.

Puedes hacer una primera comprobación en casa: presiona con fuerza el capó o el maletero y suéltalo. Si el coche rebota varias veces, los amortiguadores podrían estar desgastados. En caso de duda, lo mejor es acudir a un profesional.

 

5. Sistema de iluminación: ver y ser visto

 

Pocas cosas son más incómodas (y peligrosas) que una tormenta repentina con escobillas en mal estado. Revisa:

  • Revisa todas las luces: de cruce, carretera, freno, posición, intermitentes y marcha atrás.
  • Pide ayuda para comprobar si alguna bombilla está fundida, ya que algunos vehículos no avisan con testigo.
  • Limpia bien los faros: con el tiempo pueden volverse opacos y perder eficacia.

 

6. Batería: mejor prevenir que empujar

 

La batería no suele avisar hasta que deja de funcionar. Algunos síntomas de que podría estar fallando:

  • Las luces interiores o los faros se ven más tenues.
  • Cuesta más arrancar el coche, especialmente en frío.
  • Fallos electrónicos puntuales (cierre centralizado, radio, GPS…).

 

Si la batería tiene más de 4 años o no recuerdas cuándo fue el último cambio, puede ser buen momento para revisarla.

 

7. Elementos de emergencia: mejor llevarlos y no necesitarlos

 

Antes de salir, asegúrate de tener en el coche:

  • Chaleco reflectante y triángulos de señalización (o luz de emergencia homologada).
  • Rueda de repuesto en condiciones o kit antipinchazos completo.
  • Linterna, guantes, herramientas básicas.
  • Gafas de repuesto, si usas gafas graduadas.
  • Cargadores o baterías externas para el móvil.

 

8. Seguro en vigor y documentación al día

 

  • Lleva contigo el permiso de circulación, la ITV en regla, el recibo del seguro y el carnet de conducir.
  • Revisa que tu póliza cubre asistencia en carretera y remolque en caso de avería o accidente.

 

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