Si en años anteriores, los virus estacionales del invierno: gripes, catarros e infecciones intestinales, llegaban a saturar las UCI españolas hasta en un 80%, a raíz del coronavirus la incidencia de aquellos se ha coinvertido en residual y anecdótica, como muestra un reciente estudio del Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE).
Este hecho ha llevado a diversas especulaciones sobra las razones de la práctica erradicación del virus de la gripe, pero lo cierto es que las razones responden a motivos científicos. En primer lugar, las extremas medidas higiénicas y de distanciamiento social que estamos llevando a cabo para combatir al coronavirus (mascarillas, lavado frecuente de manos, cierre de colegios y bares etc.) han sido muy eficaces para frenar a nuestra conocida gripe; por otro lado, la aplicación de campañas de vacunación antigripal están consiguiendo mayores coberturas que en años previos, a la vez que se conjura la hipótesis de que el propio coronavirus haya limitado los contagios de gripe al convertirse en el patógeno dominante, pues en ambos casos nos encontramos ante virus que se transmiten pro aerosoles y provocan infecciones respiratorias.
Similitudes y diferencias entre gripe, resfriado y coronavirus
Cuatro son los puntos principales que pueden ayudarnos a distinguir una gripe, de un resfriado, de una infección por coronavirus, al menos por la experiencia estadística acumulada, si bien no es una diferenciación infalible y ante cualquier síntoma, dada la situación que atravesemos, lo más recomendable sería aplicarnos los protocolos establecidos. [lis]
–Primera sintomatología: por estadística, el primer síntoma que manifiesta un enfermo de coronavirus es la fiebre, la tos en el caso de los contagiados por gripe, y el dolor de garganta en el caso de los resfriados comunes.
–Desarrollo de otra sintomatología: A ese primer síntoma, cada una de las afecciones suele ir acompañada de su propia sintomatología: tos, dolor de cabeza, pérdida de gusto y olfato, fatiga, falta de aliento y dolor muscular en el caso del coronavirus; fiebre, congestión, dolor de garganta, dolor muscular y fatiga en caso de gripe; estornudos y congestión en caso de los resfriados.
–Período de incubación: Mientras que la gripe manifiesta períodos de incubación más tempranos (de dos a cuatro días después del contacto con el foco de infección), un paciente de coronavirus puede no manifestar sintomatología alguna hasta 5 días después.
–Duración de la sintomatología: Tanto en la gripe como en el resfriado común, el malestar asociado a su sintomatología, desaparece en una media de 2 a 5 días, mientras que los infectados por coronavirus pueden presentar patologías que tarden meses en desaparecer.