
7 consejos en la limpieza del hogar
Con el confinamiento, se avivó en muchos de nosotros, por pura necesidad de higiene, además de una forma de paliar el aburrimiento y el encierro, un afán de limpieza y desinfección. En el artículo de hoy, os traemos una serie de recomendaciones para que hagamos una limpieza más eficiente. Vamos allá con nuestros diez consejos en la limpieza del hogar.
Hacer un buen uso de la lejía
La lejía es un producto utilizado y conocido por todos. Es muy importante no mezclar nunca la lejía con agua caliente, ya que evaporaríamos la misma y perdería su poder desinfectante, por ello, usaremos la lejía siempre con agua fría. También es recomendable limpiar previamente las superficies para eliminar polvos y restos antes de aplicar la lejía.
Para las salpicaduras de aceite de cocina
Una de las zonas más engorrosas de limpiar es la encimera y las zonas alrededor de los fuegos o vitrocerámica. Como es mejor prevenir que limpiar, nos será de gran ayuda colocar una alfombrita de plástico en la zona del suelo cercana a los fuegos para evitar las salpicaduras; por otro lado, en caso de tener vitrocerámica, podemos cubrir la vitro con papel de cocina y cocinar sobre este papel, así, además de proteger las manchas, evitaremos también esas machas de grasa que suelen quedar adheridas a las superficies de las ollas y sartenes.
Para los cristales brillantes
A menudo resulta difícil, y es frustrante, pasar y repasar nuestros cristales y no conseguir no dejar motas o los propios rastros de la friega. Un truco, para ello, es cortar una patata por la mitad, aplicarla sobre la ventana o espejo, después, pasar un trapo con vinagre blanco, por último, pasa un periódico o una media vieja.
Para los ralladores
Cundo usamos un rallador para rallar tomate, queso u otros alimentos pegajosos, suelen quedarse incrustados restos que por la morfología punzante del utensilio son muy difíciles de sacar, para ello, ralla media patata y enjuaga inmediatamente el rallador bajo el grifo.
No solo de pan limpia el hombre
Además de un alimento básico, el pan puede ayudarnos en dos labores: cuando hacemos añicos un plato, un vaso que se cae, en lugares a donde no llega la escoba o el aspirador, una rebanada de pan bimbo nos va ayudar a recoger esos trozos minúsculos simplemente presionando la rebanada sobre la superficie. Otra labor en la que el pan nos resultará un gran aliado es a la hora de sacar el polvo en rincones de difícil acceso (como en los radiadores), tan solo tendremos que poner en ellos una buena miga de pan, que esté todavía fresco, y la propia humedad de la miga, dejándola actuar un rato, irá atrayendo la suciedad hacia sí.
Dame más bicarbonato
El bicarbonato es un producto muy recomendable para tener en el hogar, su compra es accesible y sus funciones versátiles: desde hacer bolsitas rellenas de bicarbonato para colocarlas en armarios, repeliendo los malos olores que pudieran quedar adheridos a nuestras ropas, como para utilizarlo de quitamanchas de alfombras, sillones o colchones: simplemente esparce el bicarbonato sobre la superficie, déjalo actuar durante tres horas y después aspira todo el producto.
Una mente limpia en una casa clara
Por último, como para cualquier actividad en la vida, y más en esta de limpiar, que produce tanta pereza, lo más importante es autoimponerse una rutina, preferiblemente por las mañanas. Esto en lo referente a limpiezas más concienzudas, si bien si vamos limpiando a cada rato que manchemos, por así decir, evitaremos grandes acumulaciones de tarea que nos producirán más pereza y acabarán siendo un círculo vicioso de “limpie usted mañana”.
Nos despedimos con este apropiado refrán zen:
[…] “Si fregáis el suelo de vuestra casa con esmero, quizá logréis ver el reflejo de vuestra alma”