Pasó la época de vacunarse contra la gripe y, aún así, la gripe ha hecho de las suyas, colocando a la mayoría de comunidades autónomas en riesgo de epidemia según el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España:
Llegados a este punto, solo queda guardar la calma, acudir al médico con la certeza de que estamos ante un caso de gripe y no un resfriado como vamos a ver, y tratar de ayudar a nuestras defensas a prevenir y/o combatir la gripe como veremos en el último apartado.
A menudo, solemos confundir la sintomatología de un resfriado con la de una gripe, y es que, aunque son muy parecidas, prácticamente idénticas, la gripe se diferencia en que su sintomatología es más intensa y duradera que la de un resfriado:
Salvo la vacunación, que ya tratamos en otro artículo, no existe remedio contra la gripe más que, nunca mejor dicho, “ajo y agua”: sudarla, pasarla y sufrirla; los antibióticos no sirven, ya que se trata de un virus, analgésicos y derivados palian los síntomas, pero no curan etc., y nuestra única posibilidad es tratar de reforzar nuestro sistema inmune para que éste extermine lo antes posible a tan incómodo huésped.
Para ello, es importante que durante la época de la gripe, como prevención, y cuando nos toque pasar por la misma aún con mas razón, cuidemos de manera especial nuestra dieta, tratando de incorporar en ella elementos que ayuden a reforzar nuestra sistema inmune.
Cuatro son los elementos clave: probióticos, vitamina E, Hierro y Selenio, que bien podemos ingerir mediante cápsulas y preparados a tal efecto, o bien, como dijimos, incorporando a nuestra dieta alimentos ricos en tales componentes:
Pero si nada de eso funciona, y la gripe finalmente nos abate, aún contamos con un montón de alimentos que nos ayudarán a paliar el malestar ocasionado por la gripe. Los alimentos o remedios naturales estrella para ello son: