La salud bucodental también empieza desde los primeros meses de vida. Sin embargo, es común que muchos padres tengan dudas sobre cuándo comenzar con los cuidados, qué productos utilizar o cómo fomentar un buen hábito diario. En este artículo repasamos lo esencial para acompañar a los más pequeños en el cuidado de sus dientes desde el principio.
La higiene bucal debe comenzar desde el nacimiento, incluso antes de que aparezcan los primeros dientes. En esta etapa, se puede utilizar un paño suave humedecido para limpiar las encías del bebé una vez al día, especialmente por la noche.
Los dentistas recomiendan que la primera visita al odontopediatra se realice entre la erupción del primer diente y la salida completa de los dientes de leche. Incluso antes de necesitar tratamiento, puede ser útil que el niño se familiarice con el entorno de la clínica dental: colores, sonidos, personal…
Cuidar los dientes temporales es importante porque sientan las bases de una buena salud oral en la infancia y adolescencia, y favorecen un desarrollo adecuado de la dentición definitiva.
Para el cepillado, se puede optar por cepillos manuales o eléctricos, siempre que tengan cabezal pequeño y cerdas suaves.
Sobre la pasta dental:
Crear una rutina positiva, compartida y divertida puede hacer que el niño asocie el cepillado con un momento agradable en familia. Esto ayudará a consolidar el hábito a largo plazo.
Una higiene dental adecuada no solo evita caries y enfermedades de las encías, sino que también contribuye al bienestar general. Desde edades tempranas, inculcar el cuidado de la boca es una forma de educar en salud.
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