Con la llegada del frío, ninguna garganta está libre de pecado: las gripes, los resfriados, virus y bacterias tienen puesto su objetivo sobre ellas. A continuación, compartiremos una serie de consejos inspirados en los dados por Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) para prevenir el dolor de garganta.
Consejos para prevenir el dolor de garganta
- Lavarse las manos con mayor frecuencia. Las manos son un foco de infección, conviene aumentar su higiene durante el invierno: lavarse a conciencia con jabón y usar desinfectantes de manos. Debemos evitar el contacto de nuestras manos con la nariz o los ojos, será mejor hacer acopio y usar pañuelos desechables.
- Otro foco de infección es el cepillo de dientes, por lo que es recomendable cambiarlo con mayor regularidad durante el invierno (una vez al mes, por ejemplo).
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y usar bragas o bufandas para proteger la garganta del frío exterior.
- Gárgaras. Hacer gárgaras nos ayudará a mantener desinfectada la garganta. Podemos utilizar soluciones muy sencillas: por ejemplo, verteremos sobre un vaso de agua tibia (no caliente) un cuarto de cucharilla de sal y ejecutaremos la gárgara durante diez segundos; o también podemos preparar una solución a base de limón exprimido y una cucharadita de bicarbonato de sodio.
- Mantener la garganta hidratada. La garganta se reseca enseguida, durante el día podemos cuidar de su hidratación potenciando la generación de saliva chupando, por ejemplo, caramelos, o evitando comer alimentos o bebidas que resequen la garganta, y por la noche, evitaremos ambientes secos mediante humificadores. Además, debemos procurar respirar por la nariz para evitar esas gélidas bocanadas del invierno.
- Agua, zumos e infusiones. En relación con la hidratación que acabamos de comentar, durante el invierno procuraremos beber más líquido que de costumbre, fundamentalmente agua, zumos (por ejemplo, podemos hacernos un zumo de naranja natural, rico en vitamina C, al que podemos añadir un diente de ajo licuado, rico en su poder antiséptico) e infusiones (a base de limón, miel, eucalipto, menta jengibre etc.).
- No forzar la garganta. Debemos evitar sobresfuerzos a nuestra garganta: chillar, carraspear, hablar mucho, irse a la cama después de comer si se padece acidez, fumar, alimentos y bebidas en exceso frías o en exceso caliente, alcohol, alimentos picantes o ácidos (los cítricos como la naranja o el limón son recomendables por su vitamina C o para hacer gárgaras pero tienen su contrapunto si los tomamos en exceso: que pueden provocarnos irritaciones).