«Un 30% de los españoles sufre molestias de estómago una vez a la semana»
Según advierte la FEAD (Fundación Española del Aparato Digestivo), hay cierta “normalidad” en padecer estas molestias estomacales, debido a nuestros ritmos de vida, nuestros hábitos alimenticios etc., sin embargo, si estas molestias se volviesen frecuentes (más de una vez a la semana) deberíamos acudir a un especialista pues podríamos padecer enfermedad por reflujo gastroesofágico (afecta a un 16% de la población, sobre todo a personas entre los 40 y 50 años de edad).
Pero en el artículo de hoy, vamos a centrarnos únicamente en la acidez de estómago: cómo se produce, causas, y cómo ayudar a prevenir o calmar la acidez.
Durante el proceso de digestión, el cardias (el orificio superior del estómago que comunica éste con el esófago) debe permanecer cerrado para que no pasen los ácidos gástricos del estómago al esófago, si el cardias se relaja, dichos ácidos pasan y producen esa quemazón tan característica.
Como decíamos, si la acidez se vuelve recurrente, podría acabar derivando en un cáncer de esófago o en una estenosis esofágica (la boca del esófago va estrechando al cicatrizar las quemaduras producidas por los ácidos gástricos, al estrecharse, esto nos provocará dificultades al tragar).
A veces, podemos confundir la sintomatología de la acidez con la de una gastritis, y es importante distinguirlas ya que una gastritis es una infección bacteriana cuyo tratamiento no tiene nada que ver con el de una acidez.
Vamos a enlistar a continuación las diferencias entre una y otra:
Debemos cuidarnos, escuchar nuestro cuerpo, relajar la mente, intentar evitar esos alimentos que sabemos nos caen mal, y, al igual que existen alimentos que causan acidez, existen alimentos que ayudan a prevenirla y calmarla, como la avena, el jengibre, las manzanas o las almendras.
Tomar, por ejemplo, cuatro almendras naturales, sin sal y sin tostar, después de cada comida, es un remedio magníficamente sencillo y efectivo para calmar y prevenir la acidez.